Anteriormente fue "El arte de siempre intentarlo".
Extracto.
Un guerrero de la luz que confía demasiado en su inteligencia, acaba por subestimar el poder del adversario.
El guerrero nunca subestima la fuerza bruta: cuando la agresividad de ésta llega a lo irracional, él se retira del campo de batalla, hasta que el enemigo desgaste su energía.
De todas formas, es bueno dejar bien claro lo siguiente: un guerrero de la luz nunca se acobarda. La fuga puede ser una excelente táctica de defensa
Ante la duda, el guerrero prefiere enfrentar la derrota y después curar sus heridas. Y es que sabe que, si huye, le está dando a su agresor un poder mayor del que se merece.
Delante de algunos momentos difíciles y dolorosos, el guerrero encara la situación de desventaja con heroísmo, resignación y coraje.
Todo lo podemos llevar a la batalla de la mesa de poker:
Ante la duda le damos crédito al oponente, si nos retiramos perdemos poco, pero si seguimos estamos fuera del torneo.
Sabemos que nuestro oponente no tiene mucha idea de lo que está haciendo, pero no nos abalanzamos sobre él, más bien esperamos el momento oportuno.
Ante los momentos difíciles y dolorosos del bad beat encaramos la situación con heroismo, resignación y coraje, el día de mañana volveremos a la mesa a seguir tomando las mejores decisiones.
Enlace al artículo original: http://www.laprensa.hn/Ediciones/2010/03/21/Opinion/El-arte-de-la-retirada
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